Enfermedad renal crónica, importancia del diagnóstico oportuno.

Bio Zoo Enfermedad Renal Crónica Importancia Del Diagnóstico Oportuno

Enfermedad Renal Crónica Importancia Del Diagnóstico Oportuno

Autor para correspondencia:

MVZ. Cristina Yadira Gómez Sánchez.

contacto@biozoo.com.mx

La insuficiencia renal es aquel padecimiento cuando los riñones no llevan a cabo sus funciones con normalidad ya sea total o parcialmente. Si hablamos sobre que tan frecuente es esta patología la respuesta es: bastante frecuente sin embargo no siempre es diagnosticada oportunamente por lo que como veterinarios es nuestra valor difundir con los tutores de mascotas como pueden identificarlo de manera temprana ya que aunque no en todos lo casos es posible, el pronostico dependerá siempre de la etapa en la que sea diagnosticada.

La insuficiencia renal crónica (ECR) es el padecimiento renal más frecuente en el perro y el gato con una prevalencia global del 0.5 – 1.5% en el perro y del 1-3% en el gato. Los pacientes geriátricos son los más predisponentes a padecer ERC, hablando de que hasta el 10% de los perros y el 35% de los gatos de edad avanzada pueden presentarla en diferentes estadios, sin embargo, puede ocurrir a cualquier edad. El día de hoy exploraremos las posibilidades diagnosticas en las diferentes etapas de la ERC.

Se deben tener claros varios conceptos que podemos utilizar cuando hablamos de enfermedad renal que pueden ser muy similares entre ellos, sin embargo, tienen diferencias importantes:

  • Enfermedad renal: Existen alteraciones ya sea funcionales o estructurales en uno o ambos riñones y la identificamos por la disminución de la función o daño renales.
  • Daño renal: Existe evidencia ya sea micro o macroscópica de una patología renal detectada mediante biopsia o visualización directa.
  • Fallo renal: alteración de la función renal en la que existe un fallo en la excreción de productos de desecho. Ocurre cuando al menos un 75% de las nefronas ya no son funcionales.
  • Insuficiencia renal: Incompetencia de la función de los riñones que no ocasiona fallo detectable en la excreción de desechos nitrogenados no proteicos.
  • Azotemia: acumulación en sangre de productos nitrogenados no proteicos. Se evalúa a través de la concentración sérica de urea y creatinina. El valor de la concentración de urea podemos emplearlo como indicador indirecto de la tasa de filtración glomerular (TFG). Podemos clasificar la azotemia en: pre-renal (a causa de una reducción en la perfusión renal), renal (cuando existe una alteración en la función renal como tal) y post-renal (cuando existe una alteración en la eliminación de orina del organismo por ejemplo una obstrucción.
  • Uremia/síndrome urémico: acumulación de toxinas que acompaña al fallo renal.

Al igual que en medicina humana los términos fallo e insuficiencia renal crónica han sido remplazados por el término “enfermedad renal crónica”.

¿Cuándo consideramos que existe una enfermedad renal crónica?

Cuando se produce una reducción de más del 50 % de la TFG durante más de 2 – 3 meses o cuando hablamos de cualquier otro daño que persista durante el mismo tiempo independientemente de que vaya o no acompañado de una disminución de la TFG.

La ERC va acompañada de la pérdida generalmente progresiva e irreversible del tejido renal funcional. Debido a que los riñones presentan una gran reserva funcional muchas veces existe poca relación entre la gravedad de las lesiones estructurales y la pérdida de función, por esta razón el cuadro clínico de la enfermedad es variable y muy poco específico, por lo cual muchas veces complica el diagnóstico temprano, en muchas ocasiones cuando se llega a un diagnóstico de ERC, la función renal ya se encuentra afectada hasta en un 80 – 90 %.

Diagnóstico efectivo

Normalmente la enfermedad renal crónico en el perro y en el gato comienza con un estado no azotémico y progresa hasta una fase terminal con síndrome urémico provocando la muerte del paciente. Un complicante de la enfermedad es que el periodo de tiempo entre el inicio y el fatal desenlace de la enfermedad suele ser muy variable entre pacientes, puede progresar rápidamente en unas pocas semanas o bien progresar lentamente a lo largo de meses o incluso años cuando la función renal logra compensarse. De cualquier manera, la calidad de vida y pronóstico del paciente está directamente relacionada con un diagnóstico temprano y certero, por lo cual es fundamental realizarlo de la manera más oportuna posible. El proceso diagnostico podemos dividirlo en etapas, en donde la etapa inicial es detectar la existencia de la enfermedad, confirmarla y por último estadificarla para poder hacer un plan diagnóstico adecuado que mejorará la calidad de vida y supervivencia de los pacientes.

Primera etapa: ¿Existe enfermedad renal?

En esta etapa enlistaremos las pruebas necesarias para poder evaluar a función renal y definir si hay o no una enfermedad renal y si es crónica o no. No todas son utilizadas en todos los pacientes sospechosos de ERC. Es importante aclarar que puede existir una lesión renal y que no se detecten alteraciones en los parámetros laboratoriales y también por el contrario es posible que encontremos una reducción en la TFG sin que encontremos una lesión renal aparente.

Evaluando la función glomerular

La función renal debe evaluarse integralmente y para tal propósito debe realizarse el cálculo de la TFG ya que está directamente relacionada con la funcionalidad de los riñones. La TFG puede estimarse mediante varios marcadores indirectos o aclaramiento.

El aclaramiento se define como una constante de proporcionalidad entre la velocidad de transferencia de una sustancia en cantidad por unidad de tiempo y su concentración en orina y/o plasma, que se expresa normalmente en ml/min/ kg. Las sustancias que se emplean comúnmente para pruebas de aclaramiento son: inulina, creatinina endógena y exógena e iohexol. Las pruebas de aclaramiento tienen ya mucho tiempo siendo descritas e indicadas para pequeñas especies, sin embargo, su utilización clínica ha sido muy reducida puesto que no muchos laboratorios veterinarios manejan las pruebas específicas.

En la práctica diaria lo más utilizado para evaluar la TFG son los indicadores indirectos (urea y creatinina). La creatinina se filtra libremente a través del glomérulo, en la clínica se considera la concentración sérica de cratinina como el indicador más fiable de la TFG sin embargo, tiene ciertas limitaciones ya que en etapas iniciales de la ERC los cambios en las concentraciones séricas de este elemento suelen ser muy leves aún cuando se etén generando ya cambios significativos en la TFG y sus concentraciones pueden verse influenciados también por ciertos factores extra-renales. En el perro la concentración de creatinina suele ser más alta en razas grandes y en animales muy musculosos (el musculo contiene el 95% de la creatinina), también suele ser más alta en adultos que en cachorros, la deshidratación puede también influir en una concentración elevada de creatinina.

La urea que es un derivado del catabolismo de las proteínas se excreta casi exclusivamente a través de los riñones y aunque sus niveles aumentan significativamente con la disminución de la TFG también puede verse afectada por ciertos factores extra renales como deshidratación, dietas altas en proteína, sangrado intestinal y algunos fármacos.

La relación entre la concentración de urea y creatinina si puede sernos útil para evaluar el origen de la azotemia. Para aumentar su sensibilidad como indicadores de la TFG deben medirse al mismo tiempo, en un paciente en ayuno y bien hidratado y posteriormente descartar los factores extra renales que puedan ocasionar la elevación de ambos. Un incremento de ambos indicadores cuando ya descartamos demás factores implica ya la posible perdida de al menos un 75% de la función renal. La evaluación de la proteinuria resulta fundamental en animales sospechosos de ERC ya que nos ayudará a confirmar el diagnóstico y es un factor importante para el pronóstico del paciente.

Tener un diagnóstico definitivo cuando ya existe un 75% de diminución en la función renal, dejo de ser suficiente para los médicos veterinarios por lo cual actualmente es necesario utilizar indicadores que pueden resultar específicos mucho antes de que se produzca este daño, por lo que actualmente es INDISPENSABLE incluir la SDMA (dimetilarginina simétrica), que además de ayudar en el diagnóstico de la ERC nos puede decir bastantes cosas sobre la salud renal y conducirnos a una detección temprana y prevención. Un aumento de SDMA refleja una alteración directa de la TFG.

El proceso diagnóstico que se sugiere seguir es entonces; ligar los signos clínicos y los hallazgos encontrados en el examen físico general (tener en cuenta la edad, el sexo, predisposiciones raciales, medicación anterior, alimentación). Los signos clínicos iniciales pueden incluir polidipsia, baja de peso progresiva o súbita, hiporexia, letargo, deshidratación vómitos y mal aliento y en conjunto podemos encontrar evidencia palpable de pérdida de peso, deshidratación, mucosas pálidas, úlceras urémicas entre otras.

La IRIS (International Renal Interest Society) establece cuatro etapas de la ERC, para diagnosticar la ERC en etapa 1 o 2 deben estar presentes uno o más de los siguientes hallazgos:

  • SDMA elevada sin causa prerrenal aparente
  • Creatinina elevada sin causa prerrenal aparente
  • Aumento persistente de la SDMA ( > 14 µg/dl)
  • Imágenes renales anormales (ecografía, rx)
  • Proteunuria renal persistente
Bio Zoo Proteinuria Renal Persistente

Proteinuria Renal Persistente

Para diagnosticar la ERC en estadio 2 a 4 tomaremos en cuenta los siguientes hallazgos:

  • Concentraciones elevadas de creatinina y SDMA (tomando en cuenta estado de hidratación).
  • Densidad de la orina

De manera que teniendo los resultados de las pruebas diagnosticas ya mencionadas podemos proceder a la estadificación de nuestro paciente con ERC de la siguiente manera:

Bio Zoo Estadificación De La Erc

Estadificación De La Erc

De acuerdo con la estadificación será también la recomendación terapéutica, de estas recomendaciones hablaremos en una entrada próxima del blog.

Conclusión

La calidad de vida y supervivencia de nuestros pacientes esta directamente relacionada con los conocimientos diagnósticos que logremos implementar de manera temprana y oportuna, es nuestro deber incentivar la cultura de prevención para lograr diagnósticos tempranos.

Bibliografía

Diagnóstico, estadificación y tratamiento de la enfermedad renal crónica en perros y gatos International Renal Interest Society https://www.idexx.com/media/filer_public/bd/b2/bdb2ee31-bb9e-46ac-942b-5c9ca237e0d1/iris-pocket-guide-es-es.pdf

Cortadellas, O., & Palacio, M. A. (2011). Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal crónica (ERC) en el perro y el gato.: Parte 1: evaluación del paciente con ERC. Clinica Veterinaria De Pequenos Animales, 32(4), 0215-0223. https://ddd.uab.cat/record/130...